
· Por Paulina Rámirez Blanco
Ofelia del pasado. Ofelia del presente. Aquí va nuestra historia...
(Pau)
Era el 2020: embarazada, en pandemia, sin poder salir, pocas ventas en mi negocio y una necesidad creciente de hacer algo productivo, algo nuevo.
Era mi primer embarazo y evidentemente mi primer pandemia (espero nunca volver a vivir una). También tenía un negocio de impresión, lo típico: folletos, flyers, tarjetas, menús, libretas, etc. Las ventas en la imprenta iban muy mal con todo el tema de la pandemia, pero ese año se me junto todo, me embaracé y además acababa de fallecer alguien a quien yo quería mucho: mi abuelita Ofelia (o Aby como le decía yo), con quien siento que no pude pasar el tiempo que yo quería por andar siempre “de arriba para abajo”, por un lado afortunadamente no vivió la pandemia, eso seguramente la hubiera deprimido, por otro lado la extrañábamos todos. Pero una de las cosas que me encantaban de ella era su manera de escribir, desde su letra hasta sus palabras, por ejemplo, se tomaba el tiempo de escribirme una pequeña carta el día de mi cumpleaños acompañado de mis 500 o 1000 pesos de regalo (como siempre, los abuelos consintiendo) y de repente recordé lo bonito que es escribir.
Esta era digital nos ha quitado mucho de ese bonito hábito: ESCRIBIR. A pesar de eso y para mi sorpresa, eran muchos los clientes que aún me pedían agendas o libretas, pero todas eran tan diferentes entre ellas que no se podía estandarizar y mi mente emprendedora insistía en que debía haber una manera de hacer un diseño o un sistema que permitiera a una simple agenda convertirse en lo que cada quien quisiera. Así fue como nació Ofelia Mía, en honor a mi abuela.
Después de haber diseñado y creado el producto (y… haber tenido otro hijo más) necesitaba aliadas, necesitaba hacerlo realidad y no dejarlo solo en un “un día tuve una gran idea…” necesitaba gente que viera lo mismo que yo en el producto: una herramienta súper útil que además es única para cada quien. Así fue como se unió Natalia, una mujer (o como decimos en México: mujerón) de mente emprendedora, con ganas de trabajar, creativa y que solo podría hacer una cosa: sumar a este proyecto.
(Nat)
Cuando Pau me presentó el proyecto, me encantó. La carpeta tiene posibilidades infinitas, muchas de las que nosotras, en el trabajo y nuestra vida personal, sabíamos que eran necesarias.
Con muchas ganas y una panzota con gemelos, entré al proyecto. Empezamos a ponerle orden, futurearle y formar al equipo que nos ayudaría a sacarlo adelante.
Juntas, con muchos errores pero con mucha emoción, comenzamos a desarrollar la esencia de la marca.
Queremos que Ofelia sea un organizador que se adapte a cada persona y no la inversa, queremos que cada cliente haga una Ofelia única que lo represente en ese momento de su vida, ya sea que trabaje, cocine, atienda la casa, sus hijos, dibuje o todo lo anterior… queremos que Ofelia lo acompañe en su día a día.
Nosotras nos iremos presentando poco a poco, aprovechando este espacio para platicarles de nuevos productos, detrás de cámaras, compartiendo conocimiento y contando historias, así que no te pierdas nuestro blog, que tiene toda la intención de ser mensual.
Tenemos un producto increíble… ahora queremos que todas sepan de él.
Con cariño,
Pau y Nat